Soy el rebelde de una ciudad sin fe
creo en la incertidumbre de la justicia
y vacio mi voz a la voluntad del reloj,
para verte caer como ave marchita
y golpear sobre los tejados tu sangre maldita.
Soy un insurrecto de la calumnia
la prueba viva
de que existe un Montecristo para cada alma
el sentimiento que apaga la canción
con lagrimas de rencor.
Quedan ruinas de las batallas que una vez fueron
la guerra hoy suena a un duelo
de miradas tontas, cínicas y aflijidas
soy hijo de una justicia coja y ciega
el lazarillo de mi condena
cargo aun bajo el puente
cada lagrima de sangre que broto de mi ser.
Si me preguntas por que como frio,
es por que mi sangre no me ayuda ,
es por que el rencor araña las paredes
y grita de nuevo,ante la astucia de la desidia.
Estaba respirando sobre el agua
y ahora se que de nuevo viene por mi
la maldita bruma,
el maldito humo, que tiñe todo otra vez
de un gris ambiguo e inicuo.
Me largo de nuevo por la calle del rencor fallido
para coser mis alas otra vez
¿que debo hacer? le pregunto a la oscuridad
¿como llego a la luz? le pregunto a mi sangre,
por la calle del rencor fallido
no existe excusa para existir
y existire.
