Espasmo de calor
no recites más las anestesias del pasado
no sé por qué te quedaste aquí
como el único pedazo vil
que quedo de honestidad ante el espejo.
Pastillas de realidad
no quiero despertar de este gris
para saber de ti,
no quiero preguntar el porque
de alguna de esas sonrisas.
Acaso tenía que estallar
aquello que estaba roto
aquel saldo sin reembolso de mi
felicidad
aquella sonrisa que por más que lo
intente
ya no es verdadera,
no siquiera limpia.
No debería tener frío para mostrar los
dientes
no debería existir un rastro
que me recuerde que fui feliz
ni rabia que me recuerde que sentí
ni el coraje sinvergüenza
de intentar sentir
dentro de esta ruleta rusa.
Dispara que ya puedes sonreír
y tiren la primera piedra
aquellos que no las lleven en el corazón
llevo la misma fuente de dolor
en el mismo lugar
donde no llora mis ojos
y mis energías se consumen.
No te importa la historia de mis huesos
no te deben importar los rincones
de mi sombra detrás de tu camino
no debería quedar nada después de tu
huida
sin embargo quedan esos giros raídos
de añoranza y rabia coaguladas
allí, siempre, detrás de mi sonrisa.
