Puedo resbalar en un sueño,
mas no estás,
cómplice se ha vuelto el tiempo
y tu ausencia me inspira.
Mis manos excusan estas líneas
con la necesidad de susurrar de mi piel el latido
que mi mente no puede soplar.
Pues mientras tus ojos se pierden entre los mios,
siento mis sentidos entrar en ti
para explorar tu tibio aliento
cmo una brisa prematura y cálida
con ese aroma a vainilla
sobre tu lengua.
De entre el resuello de tus labios
he de robar el sueño de tu saliba,
he de robarle aire a tus palabras
y despilfarrar versos secretos
en tu boca.
Hacer un conjuro con tus manos
y deslizarlas por mi cuello,
he de abrazarte a mi
y estallar,
he de sentirte en mi y diluirme en tu aliento
en la oscuridad y el aroma,
en un ciclon sobre tu piel,
en todas las direcciones de tus caminos.
Imaginándome tu garganta en terciopelo labrada
y el torrente de miel que baja por tu cuello,
bañando los mas preciosos latidos,
los guardianes escondidos en tu corazón
y los acantilados de tu suspirar.
Imaginándome la fuerza del mar, llevandome
hacia el abismo de tus valles,
hacia la sima de tu piel
y la fuente de tu cintura,
como un cinto de tembloroso lino
me deslizo
deseando arder antes de llegar
a los abernos del deseo.
Como la paloma que rinde sus alas
antes de descender al jardin escondido
para beber sorbo a sorbo
vino de fuentes prohibidas,
y retira sus alas
para no dejar marca alguna
sobre la delicia delicada de su secreto manjar
y en el almibar fresco
que baña tus llanura.
Y vuela de entre la noche,
desciende sobre mi almohada
se posa sobre mi sien
y amanece rebolotenado en mis sueños
dejando marcas de deseo en mi mirada
y sentido calor en el alma
por un sueño que respira
cada vez, que tus labios en los mios habitan.
Lunes 13 de Diciembre 2004
