Un día huiré
lo suficientemente rápido
lo justamente imperceptible
lo increíblemente rápido
para llegar hasta ti.
Un día gritaré en silencio
y apagaré el fulgor
entre el destino y el azar,
dejare la cadena de preguntas
al lado de la cama
para abrigarme con tus sueños
en mi almohada.
Un día el aire no me hará daño
por que el aroma de tu cuello
estará ahí,
y acariciaré el sol en tu piel
hasta que el último rayo
caliente tu alma.
Un día arrebataré tu sonrisa
del permiso de ser feliz
y la convertiré
en mi licencia de conducir
mi vida,
de la última trinchera
que no cederé.
Un día dejaré el equipaje
al costado del reloj
dejaré también el gris de mi frente
y lo cambiare por el rosa de tus hombros
gravaré tus pasitos en mi suelo
y dormiré bajo la luna
para abrigarlos juntos
para sonreír
para soñar que también sueñas conmigo.
