Sunday, April 24, 2011

El Ladrón y el asesino





Las gotas de los días
caen pesados de las ventanas
en la esquina del jardín
sonríen ladrón y asesino,
es el tiempo de ladrón y asesino.

Callados mataron al ciervo
hicieron fiesta de sus entrañas
cubrieron con su piel la vergüenza
y pusieron su cabeza
en el muro de su conciencia.

Ladrón reía mientras frotaba su vientre
contra la sangre manifiesta
y pintaba con aquellos huesos
grietas en el aire.


Asesino acariciaba su osamenta
mientras le desollaba vivo
en su memoria ataba el alma
mientras saboreaba de cada corte.


Ladrón tiraba de su aliento
hasta alimentar su fuego
tomaba la médula de sus huesos
hasta dejar manchada su fe.


Asesino arrancaba sin mirar
de su vientre y su pecho la existencia
dejando entre su carne oscuridad
de sus venas extirpaba la sed
para acicalar su rostro.


El ciervo contaba sus manchas
tendido e inerte
exhalaba paciente
tejiendo en el aire
el sopor de su venganza.


Ladrón inflaba su vientre
entre las manos de asesino
y con la caída de la luna
pausadamente se transfiguraba.


Asesino vestido de pieles
miraba con desgano ya su rostro
sonreía con la luz de la aurora
mientras se desdibujaba en el espejo. 


Con la luz de las estaciones
empezaban a andar sobre sus vientres
dibujando surcos de sombra
soltando carcajadas con el sol.


Cada día más preciosos
se volvían la presa
cada día orgullosos
delataban su presencia.


Otoño


Unos pasos entre las hojas
y la mirada fría del ciervo
colgado a la sombra de la pared
tocaba en medio del sopor
el aliento voraz
de la niebla que esconde
la sombra del costo de su banquete
el tiempo del cazador.

Monday, April 11, 2011

Perdiendo tu Reflejo



Cada noche veo la entrega de tus ojos
fundida en el asfalto que va,
en la condena de la tibia ausencia
del húmedo remordimiento
por donde huyó la inocencia.


Y mi palpitar se oculta del sol
por no contemplar la sombra
y mis palabras se encadenan
enfriando mi sien.


Mis manos se entrelazan
tejiendo un nuevo sueño
ordenando las punzadas
ocultando los marañones
construyendo mi rostro.


Y a veces me pongo
la máscara de mi asesino
y a veces me quiebro
por donde has tocado
y a veces invocaciones del alma
me hacen crecer desde el corazón.


No queda rastro de la ceniza
cada día te vuelvo a calcinar
hasta el llanto de mi reflejo
apaga la llama
a veces solo para llorar más.


Me intento perder
por donde olvido tu rastro
intento mirar arriba
y a veces oscureces todo
para recordar quien fui
y lo que di hasta mi agonía.


A veces veo mi reflejo
acariciando mi alma
a veces me veo sin ti
y veo lo que no era
cuando te logro ver.


También veo
su calor derritiendo todo
pintando sus colores
sobre la mácula,
a veces no hace falta espejo
para poder ver
lo mejor de que te vas.


Ahora nazco en su sueño
ahora soy mi sangre en su cuerpo
ahora vuelvo a sentir el polvo a mis pies
ahora se hace a giros el peor disfraz
que tenía el corazón,
y su dueño.