Wednesday, August 14, 2013

Ruido Blanco e Invierno


Ruido blanco en mi mirada
cuando recuerdo
que mi ausencia es la respuesta
de tu sonrisa cuando eres feliz,
que me ubico en la sonrisa
de pensar que hubiera
por un momento
haber podido estar.

Imaginar tu piel secándose
el rocío de la juventud
perdiendo el brillo en la rutina
y brillando detrás de otro planeta
como una luna hospedada
en el cráter de mi ausencia,
como la canción que dobla la esquina
y deja solo el eco de una porción.

Me conformé
con el gris en la arena
con ahogar un grito en una botella
y dejarla en el mar
hasta mi otra vida,
haciéndome de sal con el sol,
esperando el huracán.

Habías huido hasta el pico
del tempano de tu abrazo esa noche
llevándote en la bolsa
las raciones de mí para el invierno,
para sacrificarlas a tu nuevo ídolo
y arrojar las cenizas al viento
mientras corría en la nieve
tratando de alcanzarte.

Una noche se robó
la porción de calor en mí,
y cada invierno me fue llenando
de nuevos aromas y colores
endureciendo mis esquinas
haciéndome refractario
tallando mis fuerzas,
de rodillas ante Dios
el frío limpió
cada rincón de tu verano.

Brillando a la puerta del alba
esta mi piel escarchada esperando
el adiós que no llega,
con destellos celestes
cuando la noche corre,
un oscuro grito
se ahoga,
en un ruido blanco.