Saturday, March 20, 2010

La querella de la pupila


Con una señal hasta el final del puente
en un viaje hacia la esquina inubicable del olvido
viaja mi barca con el fuego de una lámpara
esgrimiendo signos a la orilla de mis ojos.

Esta noche golpeaste con trueno estridente
las fronteras ciegas de mi soledad,
esta noche me ahogaba de aire
y me lanzaste al mar.

Sacudiste la hamaca de ensueño
con la inocencia de un niño en su ajuar
con la violencia irrefrenable
del solo hecho de escarbar en mi piel
el enrojecido fragor de mi lengua muerta.

Llovía granizo sobre mi tierra
dibujando heridas en mi siembra
y solo se escuchaba tu voz en la lejanía
como caballos avasalladores,
derrumbando mi voz en tu mente
derrumbando mi voz en tu mente.

Y saqueaste la tristeza de mi silencio
el esfuerzo soslayado que deja el recuerdo
torturaste en tu conquista
un palpitar gemido
unas lágrimas desnudas
unas pupilas que conocieron el miedo
a llorar.

Sin embargo creo en tu piel
creo en la oración de tu vida
y tus palabras en mi fe,
confío en la poca madurez de tu sabiduría
y el sin querer
que aún puede relatar tu fe.

Las cosas no se solucionan con lagrimas
escribí en una hoja al viento
esperando que no regrese
a cortarme la mejilla
a cortarme la pupila.

No comments: