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Hoy es el día
en el que el silencio
cumple la condena de repetirse,
como una secuencia en clave
los tres cincos se alinean
y la avalancha le sigue
la oscuridad ensordecedora
y los ruidos dulces 
del espejo roto en el suelo
con reflejos de las ultimas lunas.


Los adagios de fantasmas
el café en las venas
el impacto que enfrió mis sentidos
el trueno que ensordeció
las antiguas sonrisas
la ola que borró la arena
el reloj que giro sin norma
por cumplir la gravedad de la ley.


Y en estas ruinas aún suena el eco
de mi cabeza reclinada hacia la luna
de mi silueta cálida frente a las estrellas
de tu presencia en el espacio
entre la sombra,
esperando el beso en tu alas
alimentando tu mirada
para dibujar mi rostro desde ti.


Aún queda el silencio
aún quedan las palabras que no existen
aún quedan el fantasma del aroma de tu pijama
aún quedan las cosas que ocupan tu lugar
aún queda la línea que marcó
el día que te despediste
y se hizo mas grande mi pecho
olvidando como respirar.