hasta el cuello,
en medio del agua
no hay palabras que buscar
solo rayos de luz traspasando mi cuerpo
pedazos de la realidad
que estallan cortando el sol.
Fue la llama que una vez me iluminó
la que hoy absorbe mi oxigeno,
respira mi piel,
lame la sal,
con cada caricia
de su fuego azul.
El estrépito, el desenlace
el maso del tiempo
la fuerza de un latido
y el calor consumiendo
todo sobre el hielo.
El tambor sigue a mis gritos
los ahoga mientras empujan
las fotos diluyéndose
el la profundidad
en el ruido blanco del estallido
en mis dedos cogiendo fuerte
la inmensa oscuridad
tratando de hacerme volar
contra la luz.
No comprendo el código escrito
las últimas palabras antes de saltar
a la profundidad
es una luz?
es tu voz?
o sencillamente
es la mía temblando
en medio de los rastros
de la explosión.
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