Sentado frente a la hogaza de pan
parado frente al falshback de aromas del camino
ahora toco el sol con los dedos
sin temor a quemarme
y hago una oración al mañana
sin temor a equivocarme.
Dibujo en mis manos las huellas de la tuya
y olfateo la cálida versión
de mis mejores mañanas,
siente mi piel el breve abrazo
de tus palabras
y debilitas mis pupilas
con la más fulminante de tus sonrisas.
Labrada en mi pecho
haces que crezcan caminos
y marcas mi sombra
para dividir un hemisferio entre la soledad
y mi vida.
Pintas en los pasillo de mi corazón
traviesa y corriendo sin parar
los mil colores de tu alma,
dejas un sueño en mi almohada
y haces de la luna un lienzo
para mis crepitares.
Admiras nuestra piel
plantando mis dedos entre tus manos
los haces crecer hacia el sol
y me haces reposar en la luz
cuando entre tus ojos se escapa un suspiro.
Así tejes con tus pequeñas manos
la isla donde habitan mis emociones
donde escondes el miedo de a pocos con tu risa
donde saludas y despides con tus manos
el sonido que hace mi marea.
Donde habita lo mejor del recuerdo
donde soslaya esa pestaña
la próxima sonrisa de mi alma
Por que vives tan cerca del perdón a mi mismo
donde bailan las emociones azules y amarillas
junto al fuego de tu aliento
Abatiendo contra mi pecho entre caricias
dejando tu mirada a la sombra de mi árbol
sonriendo cuando me caigo del viento
abrazando la sangre de mi victoria,
no compras mi felicidad por menos de nada
y sembramos promesas frescas sin mañana
descubriendo que nada es para siempre
decides desvestir la fútil felicidad
para dejar tu piel vestida del aire que respiro
con lo mejor que aun descubro,
delicadamente te vistes
de libertad.
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